Andrea XX, clases de repaso.


Tengo que contaros una nueva experiencia. ¿Os acordáis de Marcos? Ese chico que conocí el primer día en el bus y que luego me follé en la cena de fin de curso, ¿recordáis la historia?
Pues bien, ayer por la tarde fui a su casa, había quedado con él para repasar las asignaturas que tenemos comunes para el examen de acceso a la universidad.
Cuando llegué a su casa, pulsé el timbre y me abrió su madre. Era muy joven, pero parecía no estar muy contenta de verme, igual pensaba que estudiar con una chica podía ser una distracción poco beneficiosa para su hijo.
Me invitó a entrar y me dijo cual era la puerta de la habitación de Marcos, así que me dirigí hacia ella y entré de golpe, por si por casualidad lo sorprendía haciendo algo entretenido, ya me entendéis.
Pero no, estaba estudiando. Eso me pareció aburrido y se me ocurrió una cosa, contarle lo del blog.
Cuando se lo dije le pareció que estaba de broma, que era mentira, así que le invité a buscarlo en Internet. Teníais que haber visto su cara, era todo un poema.
"Así que ¿contaste todo en este blog? ¿Y lo lee gente?" Yo le dije que sí. Por un momento pensé que no le había hecho ninguna gracia, pero eso cambio al cogerme de la cintura.
Él estaba sentado frente al ordenador y yo estaba de pie al lado, me agarró por la cintura mientras giraba la silla hacia mi, abrió las piernas para dejar hueco para las mías y me empujó hacia él. Comenzó a levantarme el jersey y me besaba y metía la lengua en el ombligo y alrededor de él, haciéndome estremecer y sentir cosquillas, como mariposas.
"Me encanta que seas tan ardiente. Si tenemos otra experiencia, ¿también la contarás?"
Yo le dije que sí, que iba a contar todo lo que hiciese. Entonces se encendió, "Vamos a darles algo para leer" me dijo; y eso también me calentó a mi; me daba morbo saber que lo ibais a leer y que os calentaríais y quizás os diérais un gustazo.
Me abrí de piernas y me senté encima de él, rozando mis tetas contra su cara, mientras él me manoseaba el culo subiéndome la falda.
Me quitó el jersey y el sujetador y se llevó mis tetas a la boca para chuparlas, morder los pezones y jugar con ellos con la puntita de la lengua. Yo restregaba mi chochito por encima de su polla, que ya estaba dura y gorda, apretada en el pantalón.
Le saqué la camiseta que llevaba y como locos del calentón que teníamos nos abrazamos para sentir mejor nuestros cuerpos mientras nos comíamos la boca y yo no paraba de moverme como si estuviéramos follando, para darle aún más ganas.
En ese momento su madre tocó a la puerta para preguntarnos si queríamos algo; nos habíamos olvidado de que no estábamos solos, pero eso en vez de cortarnos el rollo, nos puso más cachondos, nos daba mucho morbo. Le contestamos que no necesitábamos nada y seguimos con lo nuestro.
Marcos me cogió por el culo y me subió encima de la mesa, me apartó el tanga a un lado y poniéndose de rodillas empezó a jugar con la punta de la lengua en el clítoris. Me encanta como lo hace, me pone a mil.
Allí, sentada en la mesa, con las piernas abiertas y su cabeza en medio de estas, le agarré del pelo, empujándolo hacia mi coño y le dije "Más, más". Entonces me quitó la falda, el tanga y me dijo que me acostara en la mesa, que iba a tener algo muy rico, algo que me iba a encantar. Lo hice y él siguió comiendome el chocho y de vez en cuando me metía toda la lengua en el agujero.
Eso me hizo gemir, pero nos daba igual, en ese momento no nos importaba que su madre nos escuchara.
Tenía el coño totalmente mojado, Marcos no paraba de chupármelo hasta que sentí que algo me lo abría, pero no era su polla. "Te estoy metiendo una botella por el chochito, ¿te gusta? Estás super abierta, te la estás tragando entera, me estás poniendo malísimo."
Intenté contestarle, pero solo me salían gemidos; "Entiendo que eso es un sí" me dijo, y siguió dándome con la botella; mientras se sacó la polla y me la dio a chupar. Primero le pasé la lengua por la punta , para luego mamarle el capullo.
Cuando estaba más cachondo la metí hasta el fondo; se la chupaba como una zorra, apretándola bien en mi boca con la lengua y con mis labios, mientras que la recorría de arriba a abajo, aspirándola.
No se pudo aguantar más y sacándomela de la boca y dejando la botella a un lado, me la metió hasta el fondo de mi coño de un solo golpe, para luego cogerme de la cintura y apretándome contra él follarme como a una puta.
Me daba muy fuerte, por momentos movíamos la mesa, y gemíamos, gemíamos como locos, no podíamos aguantarnos, ¡estábamos tan calientes!
"Quiero follarte con la botella por el culo"
Se sentó en la silla y puso la botella en el borde de ésta. Yo me senté encima, metiéndome la polla por el chocho y mientras, Marcos, abriéndome las nalgas, me metía la botella por el culo hasta que entró del todo. Luego la posó en la silla y yo la sujetaba para que no se cayera,a la vez que subía y bajaba, haciendo que tanto la polla como la botella entraran y salieran de mis agujeritos.
"Oh, ¡que bien! Sigue así, como te mueves."
Me excitaba muchísimo, me sentía abierta del todo y él no paraba de decirme cosas que me calentaban más, sentí que mi cuerpo ardía, que me faltaba aire, mi corazón no podía ir más rápido, y no pude más me corrí, me corrí como nunca me había corrido antes, uno de mis mejores orgasmos.
Luego Marcos hizo que me levantara "Abre la boca" , y me la metió para correrse nada más tenerla dentro. Me tragué el semen y le chupé la polla para dejársela bien limpia.
Al final de la tarde, Marcos me acompañó hasta la puerta y cuando salíamos de la habitación su madre se nos quedó mirando con cara horrorizada.
Me dio un pico en la boca mientras me agarraba el culo y me dijo "Espero con impaciencia nuestra próxima experiencia".
La verdad, yo también la espero.

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