Andrea XLII, despedida de soltera.

Ayer me sucedió una experiencia que no puedo dejar de contaros. Una amiga de mi prima Clarisa, Maika, se casaba y nos invitaron a su despedida de soltera. Por la tarde estuvimos mi prima y yo buscando el modelo adecuado para asistir a la fiesta. Clarisa se decidió por un vestido de color rojo de tirantes, con gran escote que le marcaba el canalillo de sus pechos. El vestido marcaba de forma escandalosa las caderas de mi prima, haciéndola muy apetitosa para cualquier hombre. Yo la sugerí que no se pusiera sujetador ya que le quedaría mal con aquel vestido. Al subirle la cremallera y volverse, me fijé en el modo como se marcaban sus pezones a través de la tela del vestido. Como calzado eligió unas sandalias negras de alto tacón que la hacían parecer un bombón. Yo, por mi parte, elegí un conjunto de blusa blanca con dos botones desabotonados junto a un pantalón negro de vestir y unas botas blancas de tacón alto. Cogimos un taxi y nos dirigimos al local donde habían preparado la fiesta. El salón se encontraba lleno de globos y al entrar fuimos besando una a una a todas las chicas, a las que ya conocía del Insti y de la fiesta de pijamas, especialmente a Maika, la afortunada.
Mientras comíamos las chicas me dijeron que tenían una gran sorpresa para la futura novia y que esperaban que aquella noche lo pasara lo mejor posible ya que no todos los días se casa una. Tras acabar de cenar, empezó a sonar la música y yo me acerqué a las chicas para que me dijeran cual era la sorpresa. Todas se rieron y me dijeron que esperase un poco más, que enseguida sabría de qué se trataba. Llegaron las doce y llegó un stripper; era un chico no muy musculoso, pero si ejercitado, se hacía acompañar por otros tres chicos. El stripper se empezó a quitar la ropa, hasta quedar en calzoncillos, veía cómo bailaba por detrás de mi prima, todas estábamos algo tomadas, y eso dio pie a que la fiesta se tornara más caliente. En unos instantes Maika ya estaba tocando al stripper en el escenario. Mojé mis labios con mi lengua y dicho gesto fue observado por Clarisa, la cual me guiñó un ojo humedeciendo igualmente sus labios.
Aquella fiesta estaba tomando unos derroteros muy interesantes. Se respiraba sexo por los cuatro costados y todos los presentes lo sabíamos.
El stripper se dirigió hacia Maika y se sentó sobre sus rodillas de cara hacia ella. La cogió las manos y las llevó hacia sus nalgas haciéndole agarrárselas con fuerza. Empezó a mover las nalgas sobre ella y acercó su cara dirigiendo su boca hacia su oreja empezando a lamerla con sus labios. Después se levantó de encima de sus rodillas y se situó ante su cara ofreciéndole la visión de su entrepierna cubierta por el tanga. Las chicas no parábamos de gritar animándolos a lanzarse al vacío. Escuché a mi prima diciéndola que le bajase el tanga y que nos enseñase lo que le colgaba entre las piernas. Los gritos en el salón eran ensordecedores, todas las chicas se encontraban en un estado de enajenación increíble esperando lanzarse a una espiral de sexo y vicio. Clarisa que parecía la organizadora de todo se acercó a Maika y le dijo que tenía que elegir a uno de los cuatro chicos para que pasase la noche con él, que mientras, nosotras nos divertiríamos con los tres restantes. Hubo gritos de júbilo y la locura se hizo colectiva ante la perspectiva que se nos presentaba aquella noche.
Yo de momento no sabía con cuál de los cuatro chicos quedarme. Estaba dispuesta a follar con cualquiera de ellos y creo que a Maika le pasaba lo mismo. Enseguida los tres nuevos muchachos empezaron a bailar en medio de todas nosotras moviéndose al ritmo salsero de la música. Yo les veía bailar sentada en la silla mirándoles hipnotizada, cuando uno de ellos se situó ante Maika invitando a su amigo a que la agarrase por la espalda mientras él inició un movimiento tremendamente sexual con su pelvis ante sus asombrados ojos. Ambos nos invitaron a todas a unirnos a ellos y a que les acariciásemos sus preciados cuerpos.
No nos hicimos de rogar, Clarisa agarró con sus dedos los laterales del pantalón de uno de ellos despojándole de golpe del mismo. A continuación agarró la camisa y la abrió de cuajo rompiendo los botones y dejando el pecho del muchacho completamente desnudo.
Por su parte, Maika se encontraba agarrada a otro muchacho abrazándole por la espalda. Le ayudó a despojarse de la sudada camiseta y después se arrodilló tras las nalgas del chico y le agarró del pantalón por la cintura tirando de él hacia abajo y dejándolo cubierto tan solo por un tanga rojo. Yo empecé a mordisquear las nalgas de otro de los macizos strippers hasta que mis manos se fueron directas hacia la parte delantera del muchacho empezando a acariciarle el paquete a través de la tela del tanga. Aquel bulto no tardó en ponerse en forma creciendo de forma considerable.
El ambiente ya estaba totalmente caldeado y todas nos encontrábamos dispuestos a cualquier cosa. Mientras tanto Nerea y Teresa ayudaron al otro chico a sentarse en el sofá y le despojaron del tanga haciendo aparecer una polla bien grande y dura que hizo que nos mojásemos todas las presentes en aquella fiesta. Nerea lo agarró con una de sus manos y lo llevó hacia su boca tragándoselo de golpe y empezando a succionarlo sin parar. Me quedé alucinada viendo como se comía aquel poderoso rabo chupándolo por todos los rincones. Nerea ofreció aquel tesoro a Teresa la cual se quedó admirando aquella polla con cara de lujuria y de pronto acarició el glande amoratado de aquel muchacho con la punta de su lengua pasando a recorrer toda la longitud de aquel miembro ensalivándolo por completo.
Yo, mientras tanto me entretenía tragándome por completo el nabo de uno de los strippers llegando a tocar la garganta con la punta de su polla. Aun no me explico cómo conseguí hacerlo. Mientras Maika parecía que ya había elegido estaba chupando el rabo de uno de los chicos mientras otro de ellos la penetraba por el culo, la oía gemir, mientras ellos se turnaban para metérsela, ambos terminaron eyaculando torrentes de leche sobre el rostro de ella.
La sala ya era una plena orgía, las chicas, estaban semidesnudas, dos de ellas compartían el pene de uno de los chicos, ambas se turnaban para chupar un enorme miembro que colgaba; vi con asombro como dos de mis amigas estaban en posición de perrito, esperando su turno, los chicos se turnaban para penetrarlas sin cesar.
Yo estaba excitadísima, cuando me di cuenta tenía a dos hombres tocándome, en unos minutos ya estaba probando las pollas de esos dos extraños; noté cómo uno de ellos se sentó en un sofá mientras me hacía una señal invitándome a montar ese gran rabo, lo cual hice de inmediato, con enorme placer subía y bajaba sobre su polla, el momento más caliente llegó cuando el otro chico untó un poco de aceite en mi culo , sentí como me estremecía mientras ese enorme palo se metía dentro de mi culito, ambos terminaron derramando su leche dentro de mi; al terminar, pase un rato dejándome tocar por ellos.
Giré la vista al escuchar los gritos que lanzaba Teresa. La escena que presencié casi me hace volverme a correr. El chico la tenía apoyada de espaldas a él con las manos sujetas al respaldo del sofá, mientras le ofrecía su coño húmedo a mi prima Clarisa, que se lo comió como una auténtica puta. El muchacho follaba con fuerza a Teresa clavándole todo su pene hasta el fondo. La tenía bien abierta de piernas y la sujetaba de las caderas traspasándola con gran fuerza. Teresa introdujo uno de sus dedos en el culo de mi prima, el chico acabó explotando en su coño llenándola con su lefa. Mientras mi prima acabó gimiendo con las caricias que le estaban haciendo en su culito.
Mientras Nerea disfrutaba con un 69 de pie que parecía que no la daba nada de vértigo y si mucho morbo. Se agarraba a la broca de aquel tío y se la comía sin parar. Él dirigió su lengua hacia su clítoris chupándolo sin descanso. A los dos minutos se había corrido entre sus labios ofreciéndole todos sus jugos.
Maika estaba con el fin de fiesta, tenía a un chico tumbado en la alfombra que la estaba taladrando, ella cabalgaba sobre su potente macho como una yegua enloquecida al tiempo que él le golpeaba las nalgas con las palmas de sus manos haciéndola gritar. Otro de los chicos aprovechó y se arrodilló tras de ella y chupó su culo dándole un beso negro de fábula. Sabía lo que aquello significaba iba a ser ensartada por aquellos dos machos al mismo tiempo. Tras dejarle el culo bien lubricado gracias a su saliva. Aquellos dos cabrones la estaban destrozando por dentro pero ella parecía dispuesta a pasar aquella dura prueba. Los gemidos dieron paso a unos aullidos enloquecedores por su parte.
"Cabrones me hacéis enloquecer. Me muero de gusto con vosotros. Folláis de maravilla. No deseo que esto acabe nunca. Seguid así y no paréis".
Su orgasmo parecía que se aproximaba a pasos agigantados, hasta que los tres acabaron corriéndose como auténticas bestias en celo.
"Maika, ahora ya estas preparada para casarte con tu futuro marido", le dijo uno de los strippers tras sacarle la polla.
"Tienes razón, aunque ahora tengo aun más dudas de que realmente desee casarme", le contestó sonriendo.

1 comentario:

  1. waaw!! este sii fue muy bueno!! al igual q todos claro...
    pero cn este waaw.. quiero ser tu stripper personal :)
    me llamo Raúl

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