Andrea XV, porras y esposas




Ya terminé el curso y estoy contentísima porque además de haber aprovado todo mis padres han decidido que me quede aquí todo lo que queda de año. Eso me encanta porque tengo tantas cosas que hacer aquí para pasarlo bien que no me gustaría tener que irme ahora. Pero podéis estar tranquilos que allá a donde vaya siempre tendré entretenimientos y siempre os los contaré.
Hablando de entretenimientos, como ya terminamos las clases tuvimos ayer la cena de fin de curso ¡y menuda despedida que me dí!
Bueno, para empezar tanto yo como mi prima nos pusimos muy guapas, con vestidos cortos, con escote y ajustados.
Pero al parecer a los chicos eso no les debía de convencer mucho, lo de ir de traje o con ropa normal, porque nos aparecieron en la cena todos disfrazados.
A mi los que más me pusieron fueron Marcos y Juan, iban disfrazados de policías y eso me puso muy cachonda. Pero lo que realmente me hizo mojar el tanga fue cuando les vi las porras y las esposas, comencé a pensar en todo lo que se podía hacer con eso y me subió la temperatura de golpe.
Cuando nos íbamos a sentar a la mesa hice lo imposible porque mi prima y yo nos sentáramos en frente de ellos y lo conseguimos. Nada más sentarnos me descalcé, estiré el pie hacia Marcos, que era el que tenía en frente, y muy despacio empecé a tocarle con el pie entre las piernas. Cuando sintió mi pie tocándole en esa zona dió un salto en su silla y se me quedó mirando con cara de sorpresa. Iba a apartar mi pie cuando de repente sentí que él me lo agarraba y me dijo "Sigue".
Seguí jugando con mi pie entre sus piernas y noté como su polla iba creciendo y poniéndose dura. Cada vez estaba más nervioso y aguantaba menos, no paraba de moverse y de intentar disimular. Luego de un rato, noté de sopetón que me tocaban en medio de las piernas, era él, también se había descalzado y empezó a tocarme el chocho.
Entonces me dijo " Andrea estás para arrestarte, posiblemente tendré que hacerlo, porque hoy te estás portando muy mal".
Yo le contesté " Pues si tienes que hacerlo, hazlo, cumple con tu deber"
Los demás se quedaron mirándonos sin entender nada de lo que hablabamos, y eso aún nos puso más cachondos.
Un poco más tarde, Marcos se levantó y dijo que tenía que ir al baño, y como no, yo fui detrás de él, aprovechando que todos estaban distraidos. Lo perdí de vista y empecé a buscarlo con la mirada. Entonces se abrió la puerta que estaba detrás de mi y Marcos me metió hacia dentro del baño de los chicos. " ¿Por que tardaste tanto?" me dijo. Comenzó a comerme la boca y a tocarme por todo el cuerpo, me tocó las tetas y me tocó el culo metiendo las manos por debajo de mi vestido. Se abrió la puerta y entró uno de nuestros compañeros, que al vernos en ese plan, se dió la vuelta y se fue.
" Ahora si que voy a tener que detenerte, por escándalo público" Diciendo esto me metió dentro de uno de los baños y me esposó las dos manos a la espalda. Luego siguió besandome por el cuello y bajó su lengua y su boca hasta mis tetas para chuparlas sin control, dejándolas al aire.
Mientras con las manos me subía el vestido y me rozaba la piel, subiendo hacia mi culo.
Bajó, se puso de rodillas y me metió la lengua en el chocho hasta el fondo, hasta que me lo dejó bien mojado. Me quitó las esposas y aproveché para cogérselas y ponérselas a él; con las manos a la espalda se puso como loco, no podía tocarme y eso le daba más ganas de follarme.
Me puse de cuclillas y sacándole la polla del pantalón, comencé a chuparsela, primero lentamente y luego muy rápido y hasta el fondo, y de vez en cuando le daba pequeños mordisquitos en sus huevos, eso le encantaba, lo ponía a tope.
Al sacarle las esposas, me cogió rápido y me metió la polla de golpe por el chocho, empujándome contra la pared y colocando mis piernas alrededor de su cintura.
Me daba muy fuerte y con ganas, tanto que hasta notaba como sus huevos chocaban contra mi.
Cogió la porra y me dijo "¿Crees que esto te puede dar gusto?"
Yo le dije que me la diera que me la iba a meter por el culo, y así lo hice. Le encantó, porque me volví loca, empecé a gemir sin parar y cuando tocó con su mano y vio lo abierta que estaba se puso muy cachondo.
Luego, me dijo "Quiero follarte por el culo". Me puse con el culo en pompa, y él me metió la porra por el culo, bien al fondo. Luego la quitó y metió su polla´, follándome como a una puta, metiéndomela hasta el fondo y dandome palmaditas en las nalgas, mientras me tocaba el chocho.
De repente tocaron a la puerta del baño, era Juan, también quería follar. Así que no tardaron mucho en meterme sus pollas uno por el culo y otro por el chocho, empezando a follarme como una zorra, dandome mucho gusto. Luego señalaron a sus porras y me dijeron que tenía que meterlas a la vez por el chocho y por el culo, mientras ellos se las cascaban como locos. Me corrí como si me hubiera meado y ellos no tardaron en hacer que sus pollas escupieran todo el semen que contenían sus hinchados huevos, acabe cubierta de leche, por el pelo, tetas, cara, así que no me quedó otra que asearme un poco para salir, aunque las miradas de la gente delataban que sabían de donde veníamos, lo que me daba aún más morbo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario