Andrea XIV, cine ardiente.


Ayer fui al cine con Maika, la recordareis de la fiesta de pijamas.Teníamos pensado ir con más gente, pero al final por una cosa o por otra todos se fueron echando atrás y al final solo quedamos nosotras.
La verdad que cuando lo supe me gustó, solamente la idea de estar a oscuras con una chica tan ardiente como Maika a mi lado me hacía mojar el tanga.
Queríamos ver una peli de comedia o terror, y nos decantamos por la de terror porque así no tendríamos niños pequeños alrededor y nos podríamos enterar del argumento de la película, o al principio esa era la razón.
Fuimos a sentarnos a nuestras butacas, casi no había gente cerca de nosotras, solo una pareja y un par de chicos.
Cuando se apagaron las luces mi mente empezó a imaginarse cosas, cosas calientes con Maika, y es que estaba tremenda, llevaba un escote de infarto y se le notaban los pezones por encima de la ropa. No estaba prestando ninguna atención a la película, no me acuerdo ni del título. De lo que si me acuerdo es del calentón que tenía la pareja que estaba cerca de nosotras, el chico le estaba tocando por todas partes, por encima y por debajo de la ropa; lo que más nos puso a Maika y a mi fue cuando el chico, en un momento de locura, le sacó las tetas al aire y empezó a chuparselas. Eso nos encendió muchísimo y sentí la mano de Maika que subía por mis piernas y fue a parar a mi chocho, mientras se tocaba el suyo.
Me dijo al oído "Sácate el tanga. ¿Ves a esos chicos de ahí? Les vamos a hacer un regalito y les vamos a dejar con las ganas."
Le dí el tanga a Maika y se lo llevó a la boca y empezó a pasarle la lengua por el flujo y la corrida. Luego se lo tiró a los chicos, justo cayó encima de las piernas de uno de ellos. No daban crédito a lo que veían y a lo que tenían en sus manos; empezaron a mirar para todos lados hasta que sus miradas chocaron con las nuestras.
Para que supieran de quien era el tanga y que me lo había sacado allí mismo, me subí la falda y les dejé ver mi chocho por un instante.
El que tenía el tanga en la mano se lo llevó a la boca después de olerlo y el otro empezó a pasarse la mano por encima del pantalón.
Para calentarlos un poco más comenzamos a tocarnos y a comernos la boca, nuestras manos iban recorriendo cada centímetro de nuestros cuerpos, hasta que Maika se desabrochó la blusa y se dejó las tetas al aire. Eran mejor de lo que recordaba de la última vez y solo se me ocurrió hacer una cosa, ¡chupárselas!
Los chicos estaban a tope, se habían sacado las pollas y se las estaban cascando, mirándonos con deseo.
Entonces le pedí a Maika que me diera placer en el chocho, que me lo mojara hasta que pareciera que me había meado, y ella sin pensárselo dos veces, se dobló y bajó la cabeza, metiéndola entre mis piernas y luego sentí su caliente y húmeda lengua.
Le agarré de la cabeza para que siguiera chupando y ella me metió un dedo por el chocho, y luego dos, así hasta que perdí la noción de cuantos dedos tenía en mi interior. Estaba tan abierta y tan mojada, ¡tenía el cuerpo tan caliente!
Después yo le hice lo mismo, pero le metí los dedos de una mano por el chocho y los de la otra mano por el culo, me encantaba sentirla tan abierta, me ponía muy cachonda.
Mientras, la pareja que estaba cerca nuestra se dieron cuenta de lo que estábamos haciendo y la chica se levantó y salió de la sala totalmente enojada, supongo que por que su chico le había dejado de prestar atención a ella y estaba todo interesado en lo que hacíamos nosotras.
La puse tan caliente que no pudo aguantar más y se corrió como una puta, y yo sentí como se corría y sentí mis dedos totalmente mojados; así que al sacarlos de su chocho me los metí en la boca y los chupé hasta dejarlos bien limpios. ¡Que rico estaba!
Los chicos que estaban a nuestro lado se corrieron como creo que nunca lo habían hecho y el otro chico cuando vio que la función había terminado se levantó y se fue, supongo que detrás de su chica.
Yo solo sé que salí de la sala mojada, caliente y sin tanga. Ah, y con dos números de teléfono, que puede que algún día utilicemos.

1 comentario:

  1. Muy ardiente el relato paola. Que mala pata la del muchacho con su novia, pero él empezó. Aunque claro, no se le puede echar mucho la culpa después. Es muy difícil no desviar la mirada hacia lo que estaban haciendo en ese momento; dos hermosas mujeres disfrutando mutuamente de sus cuerpos y gozando de un placer morboso, es algo difícil de ignorar incluso para el mas temple hombre. Mas cuando las mujeres lo provocan de tal manera.
    Un saludo Paola, sigue escribiendo así.

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