Andrea XLVII, la mirona del parque.

Era de noche y hacía un poco de frío, pero no me importaba porque él me agarraba por la cintura y me atraía contra su cuerpo.
Su boca pegada a la mía era de lo más sensual que había probado, notaba como su cuerpo iba entrando en calor poco a poco y eso provocaba que mi temperatura también se elevara, sobre todo en mi chocho.
Desde que habíamos salido del bar, Pablo me había comido con la mirada, deseoso de lanzarse, de probar mi boca y recorrer cada centímetro de mi cuerpo. Y yo también lo quería, necesitaba sus manos por mi cuerpo, su boca y su lengua jugando por mi piel y su polla clavándose muy hondo. Ese chico me pone a mil.
Cuando llegamos a una esquina de la calle, me había empujado contra la pared y me había metido la lengua en toda la boca, sin que yo pudiese reaccionar. Así es él, impulsivo, y me encanta.
Cada vez me apretaba más fuerte contra su cuerpo y comencé a notar su tremendo bulto entre las piernas, el cual él rozaba cada vez más, contra mí.
Su boca seguía trabajando la mía, con besos muy ardientes, que hicieron que mi cuerpo temblara de deseo, de excitación, y que mi coño empezara a mojarse, preparándose para lo que vendría luego.
Me subió, hizo que le rodeara la cintura con mis piernas y me apretó más contra la pared, para luego ir subiendo con sus manos por mi vientre y espalda, hasta llegar a las tetas.
Sus dedos localizaron mis pezones y los empezaron a acariciar por encima del sujetador.
Eché la cabeza hacia atrás y solté un pequeño gemido de placer.
Pablo se excitó muchísimo al oírme y me desabrochó el sujetador, para seguidamente bajar su boca hasta mis tetas y chupar de ellas, mientras yo le acariciaba la cabeza y se la empujaba para que succionara más y más fuerte mis pezones.
Al levantar la cabeza vi a una chica que nos estaba mirando desde un banco del parque. Ella tenía la mirada excitada y la mano muy cerca de su coño. Fijé mi vista en ella y nuestras miradas chocaron.
Le puse cara de puta, para darle a entender que me gustaba lo que estaba haciendo y que quería que continuara mirando.
Ella lo captó al momento y desabrochando su pantalón, fue metiendo su mano bien al fondo, abriendo las piernas para facilitar la maniobra de sus dedos.
Mientras Pablo seguía chupando y su bulto ya no podía crecer más de lo que estaba. Tenía unas ganas tremendas de perforarme con aquel gran instrumento; me bajó y con manos temblorosas me desabrochó el pantalón y metió su mano para tocarme en el clítoris. Cuando lo hizo me estremecí, ya no sentía frío, estaba ardiendo y mi chochito estaba dispuesto a dar la bienvenida a su gran polla.
Mientras me besaba, su mano se movía frenéticamente entre mis piernas, haciéndome gemir, y que mi corazón y mi respiración se aceleraran.
Cerca de donde estábamos, había un pequeño jardín con un poco de hierba. No sé muy bien cómo llegamos hasta allí, creo que me aupó y luego me fue dejando apoyada en el suelo, mientras que nuestras bocas se devoraban y su polla y mi chocho latían de excitación. El caso es que al poco rato
Me encontraba estirada en la hierba y cuando me quise dar cuenta, casi me había desnudado; por completo. Me había quitado el jersey y subido el top, dejando mis tetas al aire. Y de cintura para abajo no tenía nada.
Fue tanta la excitación y el deseo que solo me había centrado en el roce de su cuerpo contra el mío, no me da cuenta de lo exhibida que estaba.
Ninguno de los dos podía seguir aguantando, mi chocho reclamaba a su polla y él lo sabía. Así que sacó su tremenda herramienta de los pantalones y su bóxer y puso la puntita en mi entrada. Comenzó a moverse en círculos lentamente, pero yo no podía esperar y empujé mi cuerpo hacia él, metiendo parte de su polla en el coño.
Sentí lo dura y gorda que la tenía y él sintió lo caliente y mojada que yo estaba por él. Y me la metió entera de golpe, hasta el fondo.
El roce me ponía como una loba, gimiendo y queriéndola más adentro de mí. Quería más y más fuerte. Sus embestidas cada vez eran más rápidas e intensas, haciéndome arquear la espalda, echar la cabeza hacia atrás y gemir como una loca.
Le arañé, sentí tanto placer que le arañé en una mano. Le gustó, se bajó para que mis manos llegaran a su espalda y me susurró:
"Ahora márcame, hazlo en la espalda, me pone a tope."
Y lo hice, lo arañé en la espalda, sutilmente, sin hacerle sangre. Y en ese instante él embistió más fuerte, hasta el fondo. Yo tenía el coño bien apretado para él, para que sintiera mucho mientras su polla rozaba por todo mi chocho.
La chica seguía mirando, se había cambiado de banco y con los pantalones totalmente bajados. Abrió las piernas y su chochito para mi, se metió dedos muy adentro y los movía muy rápido, mientras nos miraba.
Me giré, haciendo que Pablo se estirara en el suelo y me puse encima de él con las piernas abiertas. Fui bajando y metiendo la polla dentro de mi agujero y luego comencé a follarlo como una puta, bien duro, bien fuerte, rápido. Él gemía, me tocaba las tetas y cuando no pudo soportar la lejanía, se sentó y abrazándome fuerte contra su pecho, me besó, me lamió y me mordisqueó por los labios y por el cuello.
Cuando jugaba con mi cuello, miré a la chica que se había corrido, se llevó la mano a la boca y chupó locamente sus dedos, hasta dejarlos bien limpios.
Pablo giró y me puso en el suelo, me abrió bien las piernas y empujó su polla muy adentro haciéndome correr de gusto a la vez que él me soltaba un gran chorro con su magnífica polla.
Fue increíble, y sentir como después de terminar Pablo seguía temblando me llenó de orgullo; realmente debía de ser muy buena follando.
Antes de que me volviera a poner la ropa, él cogió y me chupó todo el coñito hasta dejarlo bien limpio e hizo que se me erizara la piel. Luego nos vestimos y me acompañó hasta casa, cogiéndome de la cintura para que no tuviese frío.
Quien más participe con comentarios o mensajes en el Blog durante esta semana hasta el 7 de Octubre, tendrá una noche de sexo por Internet conmigo, y quien sabe, si algo más.

4 comentarios:

  1. Hombre, yo ya la tuve y fue un placer, así que no sé si me contarás. A los demás: ¡animaos, que vale la pena! ;)

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  2. Duckoy, si que cuento contigo. Yo cuento con tod@s l@s que quieran participar.Un beso

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  3. ya contigo no se sabe que esperar, lo único seguro es que será algo caliente.
    me encanta pasar por acá y ver que quemas todo lo que tocas como siempre Paola, este relato fue muy bueno, envidio tanto a ese pablo que te pone a mil de un sentón (literalmente) y de ser espectador ni se diga.
    al igual que dukoy yo ya tuve ese magnífico placer (aunque claro si me permite hablar, no me molestaría repetir. se me han ocurrido desde entonces un par de ideas gracias a ti) y ya que le has dejado participar a todos, me esforzare por ganar otra noche contigo, que exquisito manjar sería volver a pensar en ti y degustar hasta la última gota de ti al final.
    en cuanto a los demás igual que dukoy les digo animo.

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  4. Ya va esto? No me dejaba escribir estos días atrás...

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