Andrea XXV, me gustan las motos.


Hace unos días que me apunté a un curso de masajes; siempre me interesó aprender y ahora que estoy de vacaciones aproveché. El primer día del curso lo empleamos para presentarnos y para que el profesor nos explicase lo que íbamos a hacer en los días que durara el curso.
Nos íbamos a dar masajes los unos a los otros, iba a sentir la piel de otro u otra tocándome, y eso me excitó.
Empecé a sentir curiosidad en ese momento por saber cómo eran mis compañeros de curso y di un vistazo rápido a mí alrededor.
Había chicos, chicas, hombres y mujeres de unos 45 años e incluso de unos 65 años también o más, no soy muy buena para las edades.
Pero a mí me llamó la atención un chico que debía de tener unos 35 años, así que me propuse que para el próximo día me pondría de pareja con él. Pero no pudo ser, hasta ayer.
Llegué ya sin esperanzas de poder ponerme con él, miré hacia el fondo del aula, pero no lo vi, cosa que me extrañó y de repente alguien estaba detrás de mí con su cabeza a escasos centímetros de la mía.
"¿Estás buscando a alguien? Si no tienes pareja, te puedes poner conmigo."
Era él, y ¡qué bien olía! Me dieron ganas de acercarme a él, sentir todo su cuerpo contra el mío, pero me controlé. Así que aproveché y me puse con él. Me dispuse a recibir su masaje, era relajante y al mismo tiempo excitante, notar sus grandes y fuertes manos recorriendo mi espalda me ponía cachonda, mi chocho ardía de deseo, tenía unas ganas locas de sentir su polla dentro de mí, de follarle como una zorra. Estos pensamientos hicieron que me mojara toda y eso aún me calentó más.
Luego empezó a masajearme las piernas y cuando tocaba cerca de mi coño me hacía estremecer. No sé si él se dio cuenta en ese momento que yo estaba a cien o cual fue la razón, pero se le empezaron a ir las manos, cada vez se acercaba más a mi coñito, hasta que sus dedos rozaron los labios de mi chocho y se me escapó un gemido. Comenzó a restregar su polla contra mi brazo que estaba en el borde de la camilla, estaba durísima. Sentí sus manos más calientes y más temblorosas, de vez en cuando rozaba con sus dedos por la raja de mi coño y se bajo para susurrarme al oído "¿Quieres quedar conmigo después de la clase?" , mientras me tocaba el clítoris muy lentamente y haciendo círculos. Me giré, le comí la boca y le respondí "Vámonos ahora que estoy muy caliente".
Así que salimos de clase a toda velocidad y nos dirigimos a la parte de atrás del edificio, donde él tenía la moto. "Te voy a llevar a un sitio tranquilo", me dijo al oído, mientras me tocaba el culo. A lo que yo le contesté "Este está bien, estoy demasiado caliente como para esperar."
"Pueden vernos, ¿te da igual?"
"Me encantaría que nos vieran"
"Joder! Que ganas tengo de ti!" Y diciendo esto apretó mi cuerpo contra el suyo, mientras me iba tocando el culo. Me subió la falda y con sus manos me rompió el tanga; me recosté en su moto y me abrí de piernas, porque ya sabía lo que quería. Comenzó a chuparme el coño y con sus manos me iba abriendo más el chocho para poder llegar bien al fondo con su lengua. Jugó con mi clítoris chupándolo y tocándolo con la punta de su lengua.
Me bajé de la moto y le saqué la polla de su pantalón para llevármela a la boca, primero metí solamente la puntita succionando con fuerza para que sintiera mi boca y luego me la metí de golpe, entera hasta el fondo, despacio y después cada vez más rápido. Me la sacaba de la boca para dejar caer un poco de mi saliva en la puntita, se la meneaba un poco con la mano y luego volvía a metérmela entera en la boca.
Me levantó "Ya no aguanto más" me dijo, y se sentó en su moto, con su polla toda dura y levantada, lista para follarme. Yo también me senté en ella y me fui acercando a él; estábamos cara frente a cara y nos comimos la boca. Me agarró del culo y me levantó para luego bajarme encima de su polla, la cual entró en mi chocho con tanta facilidad que me hizo darme cuenta de lo mojada y excitada que estaba. Apoyé mis manos en la parte de atrás de la moto y comencé a subir y a bajar para sentir su rabo entrando y saliendo de mi coño. Primero lo hice despacio y fui subiendo la intensidad, hasta llegar a follármelo con mucha fuerza. "MMMmmm, me vas a romper la polla, puta! como me pones! ahhhh, sigue, así, sigue."
Le di gusto y cuando noté que estaba a punto de correrse, paré, me levanté y le dije que si quería probar mi culo. Él se levantó y me colocó contra la moto, posé mis manos en el asiento mientras él me abría el culo, me lo chupaba y me metía dedos. "Que bien te abres, me encanta tu culo, que bien puesto que lo tienes"
Y diciéndome esto me metió la enorme polla de golpe hasta el fondo de mi culo, haciéndome gemir como una zorra. Me folló muy fuerte, me daba palmadas en las nalgas, mientras me apretaba el culo con sus manos. Me agarró por la cintura para darme más fuerte, a la vez que me tocaba el coñito mientras seguía dándome por el culo. Luego hizo que me recostara en su moto, boca arriba y él me metió la polla por el chocho follándome duramente, gemíamos como locos, todo nuestro cuerpo temblaba y después de correrme como una puta, retiró la polla muy rápido y se corrió encima de mi cuerpo, para luego darme a chupar lo que quedaba.
Al final me acercó a casa en su moto y como por el camino le iba tocando su paquete al llegar me dijo "Joder! Como me calientas! Mira" Y me enseñó su polla totalmente dura de nuevo.
Me agarró y me acercó a él cogiéndome la mano y llevándomela a la polla "Mira como me tienes" Le comí la boca y me bajé para hacerle una mamada, se la chupé un par de veces y paré. Le dije al oído "Para que otro día vengas con más ganas", mientras le metía el tanga en el bolsillo "y esto para que te acuerdes de mí"
Se quedó resoplando por quedarse con el calentón y mientras me iba me dijo "Mañana paso a recogerte."
No sé, igual no viene, pero si viene ya os lo contaré.

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