Andrea IV, fiesta de pijamas


Han invitado a tres de sus amigas, las más simpáticas y atrevidas, según ellas; aunque no entendí muy bien para que tienen que ser atrevidas para una fiesta de pijamas.
Ya estamos en la habitación y cambiadas.
Llevo puesto un pijama de dos piezas de color berenjena, una camiseta lisa de tirantes finos y corte bajo el pecho y un pantalón short de estampado floral.
Clarisa lleva uno de dos piezas con la parte de arriba con cuello en pico y corte en el pecho de color azul estampado con florecillas blancas y un pantalón short liso con un lazo blanco.
Verónica tiene puesto uno de dos piezas de color verde, que favorece sus ojos, muy ajustado y provocativo.
Maika es una morenaza de 19 años de pelo negro, liso y muy largo. Es muy esbelta, tiene unas piernas largas que quitan el sentido y unos pechos grandes y firmes. Lleva un pijama de color rojo con transparencias en la parte de arriba y un short liso.
Nerea tiene 18 años, pelo castaño claro con reflejos rubios, ondulado y corto, ojos verdes y grandes y unos labios carnosos. Su pijama es de color rosa, de satén, con la parte de arriba en tirantes y botones por detrás.
Y por último está Teresa de 19 años, es pelirroja con el pelo largo y onduladoy ojos verdes. Tiene un cuerpo de escándalo, buen culo, buenas piernas, buenos pechos, delgada, alta y esbelta. Lleva un pijama de dos piezas de satén y encaje de color blanco.
Pusimos música y empezamos a bailar, a saltar y a hacer un poco el tonto.
De pronto, Maika nos junta a todas para decirnos que hay un chico que nos está mirando por la ventana; es Javier, un vecino de unos 20 años que no es muy guapo, pero tiene su encanto.
Maika propone gastar una broma para ver como reacciona y se le ocurre que una de nosotras se líe con ella. Me pareció divertido y excitante así que no me lo pensé y me propuse como candidata.
Me acerco a ella y pongo mis manos en su cintura, rozando con mis dedos su suave piel. Junto todo mi cuerpo con el suyo y aproximo mi boca a la suya. Siento el deseo de besarla, de comerle la boca y noto que ella también lo desea, está temblando, su repiración se hace cada vez más profunda y rápida.
Voy subiendo mis manos por su cuero, deslizándolas desde su cintura hasta sus tetas, ella se estremece. Y sin saber como, sin poder frenarme, estoy jugando con mi lengua por su cuello.
Noto su cuerpo que cada vez emana más calor, empieza a darme besos por el cuello y entonces deseo más, estoy muy excitada; poco a poco nuestros labios se van acercando hasta que nos fundimos en un sensual y ardiente beso, que lleva a otro y otro. No podemos parar, en este momento es como si estuvieramos solas, como si no hubiera más gente a nuestro alrededor y siento que necesito más y ella también.
Agarro la parte de arriba de su pijama y se la quito lentamente, sus tetas y sus pezones puntiagudos me ponen a mil. Ella me coge la mano y empiezo a acariciarla y entonces, en un momento irrefrenable de deseo llevo mi boca a su pezón y empiezo a chuparlo.
Siento manos por todo mi cuerpo, son las otras chicas, creo que las hemos puesto tan excitadas que quieren participar. Nos tocan por todos lados, por cada centímetro de nuestra piel y nos rozan con sus cuerpos desnudos.
Miro un segundo para la ventana por curiosidad; el chico sigue allí y no solo eso, nos está grabando con el movil mientras se masturba.
Pero, para mi sorpresa, eso no me corta, al contrario, me enciende más, quiero seguir!
Cojo el short de Maika y lo voy deslizando por sus caderas, hasta que se cae a sus pies. Las chicas me quitan el pijama muy rápido, con ganas.Ahora todas estamos desnudas totalmente y eso me enloquece.
Todo surge sin pensarlo, nos empezamos a lamer el chocho unas a otras, jugando con la punta de la lengua en el clítoris, llegando casi al extasis.
Mis primas tienen unos consoladores y estamos decididas a provarlos. Primero nos los metemos por el chocho y luego por el culito, nos volvimos tan locas que nos pusimos a gemir muy fuerte, como nunca lo había hecho ninguna de nosotras.
Cuando nos quisimos dar de cuenta estabamos haciendonos de todo, a mi me estaban metiendo por el culo y por el chocho a la vez, tocándome por todo el cuerpo y chupándome el clítoris.
Sentí un calor que me recorrió todo el cuerpo y al final me corrí totalmente en toda la boca de Maika. Todas se fueron corriendo poco a poco. Me encantó, a todas nos encantó; incluso Javier se lo había pasado en grande, pero ya había visto suficiente y corrimos las cortinas.
Quizás otro día le demos un poco más para grabar.

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