Andrea XXII, probando nuevos retos.


Ayer me apetecía ir de compras, y ¿por que no?, a la vez quería hacer algo excitante. Me dan morbo los probadores de las tiendas de ropa.
Fui a un gran centro comercial, porque así podría asegurarme de encontrar a alguien que me ayudará a satisfacer mis deseos. Buf, solo de pensarlo me puse a tope.
Entré en una de las tiendas de ropa que había y comencé a mirar ropa y a la gente que estaba por allí, para ver si me interesaba alguno o alguna.
Cogí dos vestidos, dos faldas y un top rojo, con encaje, muy sexy y entré en un probador. Era uno de estos probadores con una cortina, un taburete, y un espejo en cada pared. Cerré la cortina y, claro, me desnudé para poder probarme lo elegido. Me quité la camiseta y luego la falda. Me miré en el espejo, desnuda con tan solo mis zapatos de tacón. Me acaricié un poco las tetas pensando en todo el alboroto que hay a mi alrededor. Me puse el vestido, y salí del probador para ver mejor en el espejo como me quedaba. No me convencía. Al meterme otra vez en el probador decidí no cerrar del todo bien mi cortina. Me puse de espalda a la abertura y me quité el vestido. Cualquiera que mirase en ese momento me vería. La abertura no era muy grande, pero suficiente como para verme toda. Me lo quité pensando que quizás alguien me estuviera viendo y eso hizo que mi coño se humedeciera. Como me excitaba la idea de una chica o quizás del novio de una chica pasando por ahí y viéndome. Seguí probándome la ropa, cuando oigo que en el probador continuo un chico acompaña a su novia. Se quedó fuera. Al quitarme el vestido que me había probado me dí la vuelta y vi como él me estaba mirando; no obstante, se dio la vuelta cuando se creyó descubierto. Yo al notarlo, comencé a exhibirme más, disparándome mi excitación. En un espejo descubrí como me estaba mirando cada vez con más atención. Estaba muy, muy, muy excitada. Ese chico me había visto toda desnuda y lo seguía haciendo. Cada vez que me quitaba una prenda sabía que él me estaba mirando.
Tenía muchísimas ganas de tocarme, así que al bajar la falda me rocé los labios, mmmmmmm. En ese momento le miré. Hablaba con su novia pero me miraba. Creo que sabía que le había descubierto, pero le daba igual. Al fin y al cabo nadie me impedía cerrar esa cortina. Luego me tenía que probar el otro vestido. Para ello me tenía que quitar toda mi ropa y una vez más quedarme totalmente desnuda. El vestido era sencillo pero elegante, me gustó. Era corto, con unas medias me quedaría estupendamente. Al levantármelo me dí la vuelta de manera que mientras mi cara estuviera cubierta por el vestido mis tetas y mi coño se encontraran frente a él. El vestido tenía cremallera por la espalda, así que solo faltaba subirla para ver si realmente me quedaba bien. Me giré de tal modo que el pudiera ver mi espalda y comencé a fingir que tenía problemas para subirla. Iba a dejar de hacer teatro, cuando de repente entró en mi probador y dijo "¿Necesitas ayuda con esa cremallera?". Me la subió con mucha delicadeza, rozándome la piel con sus manos mientras lo hacía.
"¿Que tal me queda?" A lo que él me contestó "Estás de escándalo, digo, te sienta muy bien"
"Ahora voy a necesitar ayuda para bajarla" Comenzó a bajarla lentamente, acercando su cuerpo cada vez más al mío y noté su respiración muy cerca y fuerte.
Sin girarme, empecé a bajarme el vestido, quedándome desnuda delante de ese chico, que estaba totalmente acalorado; me bajé para coger otra pieza de ropa y al hacerlo hice que mi culo rozara su pantalón y estuve restregándolo contra su polla . Mientras que rozaba con el culo, iba notando como su polla crecía y él en vez de alejarse, se iba acercando más a mí. En ese momento noté que sus manos me agarraban fuertemente por la cintura e iban resbalando por todo mi culo.
"¿Sabes? Estás mejor así, sin el vestido. No hace falta que te pruebes nada más porque seguro que te queda de vicio."
Me dio una palmada en el culo y me dijo "Me llevas poniendo cachondo desde que entré en la tienda con mi novia."
Se sacó la polla del pantalón y empezó a darme golpecitos con ella por todo el culo "¿Era esto lo que querías?" me dijo, "¿O Quizás era esto?" y me la metió de golpe por el culo, dándome bien fuerte hasta el fondo, mientras se apollaba con una mano encima de mi espalda para que no me levantara y con la otra me agarraba de la cintura para darme más fuerte y sujetarme.
Al poco rato de empezar tuvo que sacar su polla de mi coño y salir del probador empalmado porque su novia estaba llamándolo. Pero eso no me paró porque sabía que tarde o temprano me iba a seguir mirando.
Mi coño cada vez estaba más mojado y sus miradas eran cada vez más descaradas. No podía más y decidí rozar mis labios con mis dedos, quería más. Me empecé a acariciar las tetas con una mano mientras que con la otra jugaba con mi coño. Estaba ahí de pie, desnuda a menos de un metro de él, pero tan solo me podía mirar, creo que eso le ponía más cachondo. De vez en cuando metía la cabeza en el probador de su novia, pero enseguida volvía a mirarme. Me coloqué frente a él, en la esquina opuesta. Me abrí las piernas todo lo que podía y le ofrecí el espectáculo de mi coño abierto, depilado y mojado. Con una mano separé mis labios y con la otra me empecé a acariciar. No tardé en meter un dedo en mi chocho. Ver a ese hombre mirándome de reojo pero fijamente, verme a mi misma reflejada en los espejos, todo ello me transportaba. ¡No os imagináis lo excitada que estaba! Me senté en el taburete y abrí todavía más si cabe mis piernas. Le sonreí a la vez que me introducía un dedo en mi chocho, luego lo saqué y me lo metí en el culo, luego otra vez en el coño, de vez en cuando en la boca, así varias veces. A la vez me acariciaba las tetas y jugaba con mis pezones. Decidí meterme dos dedos en mi coño, luego tres, jadeaba cada vez más deprisa, ¡bendita música, del centro comercial! Dejé de acariciarme las tetas y decidí utilizar esa mano para follarme el culo con un dedo a la vez que no dejaba de mover los otros tres dedos y de acariciar mi clítoris. En alguna ocasión el chico desaparecía y volvía con más ropa para su novia, sin dejar de mirar dentro de mi probador. Estaba ya tan mojada que mi flujo corría por mis nalgas. Me movía cada vez más deprisa, me iba a correr, lo sabía, faltaba poco. Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm empecé a convulsionarme, pero no quité los dedos de mi coño, los seguía moviendo. saqué la mano que tenía en el culo y me tapé la boca con ella. Para reducir la violencia de mis gemidos me mordí el puño. ¡Qué gozada! Me recuperé poco a poco. El chico ya no estaba, no sé si se perdió el final. Me quedé sentada en el suelo, empapada. Seguía disfrutando del orgasmo que había tenido gracias a ese chico. Cerré la cortina. No quería ser molestada. Después de unos minutos me reincorporé, me limpié un poco con un pañuelo, y comencé a ponerme la ropa para dirigirme a la salida. Me voy a la caja... "35 euros"dijo la cajera. "¿35 euros sólo?" Está regalado... una falda, un vestido y ¡un orgasmo! ¡La semana que viene quizá vuelva otra vez, haber si puedo mejorarlo. Pagué y me fui.

Andrea XXI, calentón en el botellón.


Este sábado, no fue un día cualquiera. Habíamos quedado mi prima Clarisa y yo, con su amiga Maika, la de las tetazas con la que me lo monté en la fiesta de pijamas, para ir a un botellón. Era mi primer botellón, ya que a mi no me gustaba demasiado la bebida, pero tenía la intuición de que íbamos a pasarlo bien. Cuando vino a buscarnos yo ya estaba preparada, me puse una minifalda vaquera, con una camiseta de lycra blanca sin sujetador. Vivíamos muy cerca del parque así que fuimos andando.
Después de quince minutos llegamos a un parque que estaba lleno de coches y gente. No podíamos pasar de la gente que había. Nos fuimos abriendo paso hacia el sitio en el que nos esperaban unos amigos que habían traído la bebida y un equipo de música, pero nos quedamos atascadas, parecía que todo el mundo iba en la misma dirección. Durante el tiempo que estuvimos paradas entre el gentío nos metieron mano de lo lindo, Maika iba por delante intentando abrir paso. Yo notaba manos por todo el cuerpo, unos se limitaban a pasármela por mi culo mientras que alguno se recreaba por el interior de mis piernas intentando llegar hasta mi tanga. La verdad es que empecé a sentirme un poco excitada, los toqueteos me estaban calentando. Cuando me di cuenta tenía detrás a un chico jugando con la goma elástica de mi tanga y otro delante se había vuelto cogiéndome las tetas. Mis pezones parecían capaces de traspasar mi camiseta de lo duros que estaban y el cabrón los retorcía. Una de sus manos se empezó a colar por debajo de la camiseta mientras el de atrás me frotaba mi coñito. Dos chicos más se pusieron a mis lados y la verdad es que ya no sé que hicieron. Sus manos empezaron a entrar bajo mi camiseta y mi falda. Tenía los dos pechos firmemente sujetos y ahora tenía dos manos en mi falda, una en mi coño y otra en mi culo. Noté como un dedo empezó a buscar mi clítoris y otro jugaba con mi culo. Ya no se veían ni a Maika ni a Clarisa, me había quedado sola.
Prácticamente al unísono comenzaron a introducir sus dedos en mis dos orificios dando un pequeño salto de sorpresa; joder, esto ya no lo podía parar, llevé mis manos a los paquetes de los que tenía a mi lado y empecé a masajearlos. Por un momento me vino la cordura y les dije que pararan, que podían vernos. Me contestaron que no me preocupase, que no era la única y haciendo una seña se apartaron un poco los de delante viendo como mi prima Clarisa estaba siendo penetrada por dos al mismo tiempo. La tenían en volandas, tenía a un tipo por delante y otro por detrás, ella se abrazaba al cuello del que tenía enfrente y le pasaba una pierna por la cintura para facilitar que la penetrase fuertemente.
Alguien acercó a mi boca una botella de la cual bebí, era solo ron y me supo a rayos pero volví a beber al notar que un segundo dedo se introducía en mi culo. Comencé a moverme al ritmo de las manos que me penetraban, estaba súper excitada.
El chico que tenía por delante se apartó dejando sitio a un nuevo chico, era fuerte y no tuvo dificultad en cogerme de la cintura, levantarme y bajarme lentamente mientras me iba introduciendo su polla. Lo hizo despacio, pero podía haberme dejado caer de golpe ya que con lo húmeda que estaba no hubiera tenido ningún problema. Yo, al igual que mi prima, busqué la postura más cómoda, pasando el pie por su cintura, cosa que le fue genial al tío que tenia detrás. Noté como intentaba introducir otro dedo, por lo que paré de moverme para facilitarle la labor. Alguien me volvió a dar de beber, ya no me sabía tan mal y di varios largos tragos, estaba ya medio borracha.
Cuando le parecía que ya estaba bastante abierta, sacó la mano de mi culito y apuntó con su polla; mi culo estaba tan tenso que parecía que me iba a rajar. Dejamos un segundo de movernos mientras nos acoplábamos y nuevamente comencé a cabalgar. Levanté la cabeza y pude ver a mi prima Clarisa agachada, comiéndole la polla a un tipo mientras otro la taladraba por detrás. Maika estaba metida bajo ella y comenzó a comerle el coño. En ese momento alcancé uno de los orgasmos más fenomenales que nunca he tenido. Clarisa parecía estar igual ya que empezó a balancearse frenéticamente mientras había dejado de comérsela al de enfrente, su intruso debió descargar en su culo y se apartó para que pasara el siguiente. Maika se había puesto de cuclillas y ahora era mi prima la que la lamía ansiosa el coño, mientras ya tenía detrás preparado a alguien para encularla y uno a su lado para que retomase la mamada.
Yo seguía siendo penetrada por los dos lados, me apetecía emular a mi prima así que me zafé de mis dos chicos y me agaché a buscar alguna polla que echarme a la boca. Se pusieron cuatro a mi alrededor e iba alternándolos con tragos de varios licores. Uno de ellos me cogió la cabeza y sujetándome se corrió en mi boca, los otros al verlo hicieron lo mismo; tenía tanta leche en la boca que me costaba tragar. Ya se habían corrido todos una vez, los que me follaban se salieron de mí, y los que se habían corrido en mi boca ocuparon sus lugares, los otros se colocaron para que los chupara; volvía a estar ensartada por dos pollas y otras dos en la boca, ahora no se corrieron tan rápido estuvieron jugando conmigo un buen rato.
Yo seguía bebiendo y hacía mucho que ya no era dueña de mis actos, miré hacia donde estaba Clarisa pero ya no se podía ver nada. Estaban todos arremolinados alrededor mío, esperando su turno.
No tengo ni la menor idea de cuantos pasaron; mi chocho chorreaba leche y mi culo admitía ya cualquier polla, estaba excitadísima quería más y más. Me tendí en el suelo boca arriba y les dije a todos que se pusieran de rodillas a cada lado de mi cuerpo, y se pajearan. Con la leche que salía de mi culo, me refregaba el coño, apretaban mis tetas, metían sus dedos en mi culo… Los puse a todos de pie cuando sentí que ya estaban a punto, me puse de rodillas y les dije que cuando se fueran a correr la quería en la cara. Dicho y hecho. El primero soltó tres o cuatro ráfagas en los ojos y el resto en la boca y todos fueron acabando sobre mí, metían sus pollas en mi boca y terminaban. Me costó tragar tanta leche. Cuando todos terminaron, me quedé un rato allí sentada, toda llena de leche, y deseando recuperarme para poder repetirlo. Eso si, la mañana siguiente tenía una gran resaca; estoy acostumbrada al sexo pero creo que no tanto al alcohol.

Andrea XX, clases de repaso.


Tengo que contaros una nueva experiencia. ¿Os acordáis de Marcos? Ese chico que conocí el primer día en el bus y que luego me follé en la cena de fin de curso, ¿recordáis la historia?
Pues bien, ayer por la tarde fui a su casa, había quedado con él para repasar las asignaturas que tenemos comunes para el examen de acceso a la universidad.
Cuando llegué a su casa, pulsé el timbre y me abrió su madre. Era muy joven, pero parecía no estar muy contenta de verme, igual pensaba que estudiar con una chica podía ser una distracción poco beneficiosa para su hijo.
Me invitó a entrar y me dijo cual era la puerta de la habitación de Marcos, así que me dirigí hacia ella y entré de golpe, por si por casualidad lo sorprendía haciendo algo entretenido, ya me entendéis.
Pero no, estaba estudiando. Eso me pareció aburrido y se me ocurrió una cosa, contarle lo del blog.
Cuando se lo dije le pareció que estaba de broma, que era mentira, así que le invité a buscarlo en Internet. Teníais que haber visto su cara, era todo un poema.
"Así que ¿contaste todo en este blog? ¿Y lo lee gente?" Yo le dije que sí. Por un momento pensé que no le había hecho ninguna gracia, pero eso cambio al cogerme de la cintura.
Él estaba sentado frente al ordenador y yo estaba de pie al lado, me agarró por la cintura mientras giraba la silla hacia mi, abrió las piernas para dejar hueco para las mías y me empujó hacia él. Comenzó a levantarme el jersey y me besaba y metía la lengua en el ombligo y alrededor de él, haciéndome estremecer y sentir cosquillas, como mariposas.
"Me encanta que seas tan ardiente. Si tenemos otra experiencia, ¿también la contarás?"
Yo le dije que sí, que iba a contar todo lo que hiciese. Entonces se encendió, "Vamos a darles algo para leer" me dijo; y eso también me calentó a mi; me daba morbo saber que lo ibais a leer y que os calentaríais y quizás os diérais un gustazo.
Me abrí de piernas y me senté encima de él, rozando mis tetas contra su cara, mientras él me manoseaba el culo subiéndome la falda.
Me quitó el jersey y el sujetador y se llevó mis tetas a la boca para chuparlas, morder los pezones y jugar con ellos con la puntita de la lengua. Yo restregaba mi chochito por encima de su polla, que ya estaba dura y gorda, apretada en el pantalón.
Le saqué la camiseta que llevaba y como locos del calentón que teníamos nos abrazamos para sentir mejor nuestros cuerpos mientras nos comíamos la boca y yo no paraba de moverme como si estuviéramos follando, para darle aún más ganas.
En ese momento su madre tocó a la puerta para preguntarnos si queríamos algo; nos habíamos olvidado de que no estábamos solos, pero eso en vez de cortarnos el rollo, nos puso más cachondos, nos daba mucho morbo. Le contestamos que no necesitábamos nada y seguimos con lo nuestro.
Marcos me cogió por el culo y me subió encima de la mesa, me apartó el tanga a un lado y poniéndose de rodillas empezó a jugar con la punta de la lengua en el clítoris. Me encanta como lo hace, me pone a mil.
Allí, sentada en la mesa, con las piernas abiertas y su cabeza en medio de estas, le agarré del pelo, empujándolo hacia mi coño y le dije "Más, más". Entonces me quitó la falda, el tanga y me dijo que me acostara en la mesa, que iba a tener algo muy rico, algo que me iba a encantar. Lo hice y él siguió comiendome el chocho y de vez en cuando me metía toda la lengua en el agujero.
Eso me hizo gemir, pero nos daba igual, en ese momento no nos importaba que su madre nos escuchara.
Tenía el coño totalmente mojado, Marcos no paraba de chupármelo hasta que sentí que algo me lo abría, pero no era su polla. "Te estoy metiendo una botella por el chochito, ¿te gusta? Estás super abierta, te la estás tragando entera, me estás poniendo malísimo."
Intenté contestarle, pero solo me salían gemidos; "Entiendo que eso es un sí" me dijo, y siguió dándome con la botella; mientras se sacó la polla y me la dio a chupar. Primero le pasé la lengua por la punta , para luego mamarle el capullo.
Cuando estaba más cachondo la metí hasta el fondo; se la chupaba como una zorra, apretándola bien en mi boca con la lengua y con mis labios, mientras que la recorría de arriba a abajo, aspirándola.
No se pudo aguantar más y sacándomela de la boca y dejando la botella a un lado, me la metió hasta el fondo de mi coño de un solo golpe, para luego cogerme de la cintura y apretándome contra él follarme como a una puta.
Me daba muy fuerte, por momentos movíamos la mesa, y gemíamos, gemíamos como locos, no podíamos aguantarnos, ¡estábamos tan calientes!
"Quiero follarte con la botella por el culo"
Se sentó en la silla y puso la botella en el borde de ésta. Yo me senté encima, metiéndome la polla por el chocho y mientras, Marcos, abriéndome las nalgas, me metía la botella por el culo hasta que entró del todo. Luego la posó en la silla y yo la sujetaba para que no se cayera,a la vez que subía y bajaba, haciendo que tanto la polla como la botella entraran y salieran de mis agujeritos.
"Oh, ¡que bien! Sigue así, como te mueves."
Me excitaba muchísimo, me sentía abierta del todo y él no paraba de decirme cosas que me calentaban más, sentí que mi cuerpo ardía, que me faltaba aire, mi corazón no podía ir más rápido, y no pude más me corrí, me corrí como nunca me había corrido antes, uno de mis mejores orgasmos.
Luego Marcos hizo que me levantara "Abre la boca" , y me la metió para correrse nada más tenerla dentro. Me tragué el semen y le chupé la polla para dejársela bien limpia.
Al final de la tarde, Marcos me acompañó hasta la puerta y cuando salíamos de la habitación su madre se nos quedó mirando con cara horrorizada.
Me dio un pico en la boca mientras me agarraba el culo y me dijo "Espero con impaciencia nuestra próxima experiencia".
La verdad, yo también la espero.

Andrea XIX, perfeccionamiento en Orgias

El pasado sábado por la noche tuve una de mis mejores corridas, me follaron como a una autentica zorra.
Hacía muy buena noche, así que decidí ir a dar una vuelta por el barrio, me metí por un paseo que hay por detrás de unos chalets y cuando ya me iba a dar la vuelta para ir para casa oí unos gemidos que provenían de uno de ellos; pero, no eran ni de una ni de dos personas, eran de varias, no sabía en ese momento decir de cuantas. Me acerqué para oír mejor y fui dando la vuelta alrededor buscando un sitio por el cual mirar, hasta que encontré un hueco entre los árboles que rodeaban la casa.
Cuando me puse a mirar no daba crédito, era una orgía, pero, una orgía en plan grande, como unas quince personas, chicos y chicas de todas las edades.
Noté como me empezaba a subir la temperatura de todo el cuerpo y deseé estar al otro lado para poder participar en semejante experiencia. No sé si era una fiesta en la cual se habían desmadrado todos o esa gente había quedado en ese lugar con la finalidad de follar; pero, dejé de preguntarme tonterías y seguí mirando como se follaban entre todos. Estaban todos desnudos, algunos en el césped y otros por los bordes de la piscina; había chicas chupándose el chocho las unas a las otras, chicas chupando pollas y chicos chupando chochos, culos y tetas.
Me puse tan cachonda que no pude reprimirme y empecé a meterme dedos mientras miraba.
Nunca había visto tanto vicio junto. Hubo una chica que me llamó especialmente la atención porque era muy guarra. Se puso en el suelo y mandó a todos los chicos que le mearan encima y luego se lo mandó a todas las chicas, para luego ir lamiendo las pollas y los chochos uno por uno; eso me puso a cien, pero no paró ahí; cogió a una chica y la puso a cuatro patas, mientras que ordenó a otra que se pusiera delante y le diera el chocho para que se lo chupara. No contenta con esto, fue a por un chico y cogiendo la polla de este y abriendo el culo de la chica, fue metiéndosela hasta el fondo, haciendo gemir de gusto tanto al chico como a la chica. Luego se quedó mirando como follaban, haciéndose una paja.
Luego, incluso hizo que un chico follara el culo de otro.
No pude aguantar más y se me escapó un gemido, pensé que no me habían escuchado, pero al poco rato sentí unas manos que me tocaban el culo y una lengua que se me metía hasta lo más profundo de mi chocho. "¿Te gusta lo que ves guarra? ¿Quieres sentir ahora?" Yo dije que si, entre gemidos.Y por si eso no fuera suficiente sorpresa, por el agujero por el que estaba mirando apareció una polla la cual me metieron por la boca hasta el fondo. "Trágatela zorra, dame gusto".
El otro chico comenzó a meterme la polla por el culo mientras me tocaba el chocho con los dedos, apretando mi cuerpo contra el suyo me follaba desesperadamente, y luego me dijo "Te invitamos a la fiesta, ¿quieres entrar?" Yo no lo dudé ni un momento y acepté encantada. Entré en el terreno del chalet y aquella chica, que debía de ser la dueña de la casa, se acercó a mi y me besó mientras que sus manos rozaban mi culo y se deslizaba hasta mi chocho. Eso me terminó de mojar del todo, no me lo podía creer, iba a participar en una orgía.
Entonces la chica dijo "¿quien quiere follarla?" Y me mandó echar en el suelo, mientras que los chicos se acercaban, me dijo que cerrara los ojos y entonces comencé a sentir manos y lenguas recorriendo todo mi cuerpo, y respiraciones fuertes y rápidas. Noté como me desnudaban totalmente y me empezaron a lamer el chocho. Abrí los ojos, estaba rodeada de gente, chicos y chicas, todos tocándome y tocándose entre sí, besándose, lamiéndose, dándose palmadas en el culo...
Un chico me estaba chupando el chocho, una chica el culo, otras dos chicas jugaban con mis pezones y otro chico me daba su polla para que la chupara.
Hubo un momento en que dejé de saber lo que me estaban haciendo, porque me tocaban por todos lados y yo tocaba todo lo que se acercaba a mi, estábamos todos excitadísimos, nos daba igual lo que chupábamos y a quien tocábamos, simplemente queríamos que nos dieran gusto y dar placer.
Me sentí follada por todos lados, llegué a tener una polla por el culo, otra por el chocho, en la boca y una en cada mano. Mientras que chicas y chicos excitados por lo que veían se pajeaban alrededor.
Gemí como una puta, sintiéndome abierta completamente, que ya no podía tener más temperatura y que mi corazón no podía ir más rápido, notaba que me faltaba el aire, y eso me hacía gemir y chillar más, hasta que llegué al éxtasis haciendo que se corrieran dentro de mi chocho, mi culo y mi boca y que todos los que me rodeaban echaran todo el semen encima de mi cuerpo.
Me tragué todo el semen que había llenado mi boca y luego mamé todas las pollas de los chicos, hasta dejarlas bien limpias. Cuando terminé, todas las chicas se pusieron a mear con las piernas abiertas delante de mi y luego me dieron sus coños para lamer.
Al terminar me invitaron a ir otro día, a otra orgía de las muchas que celebran, probablemente se lo comente a alguna de mis primas que seguro que estarán deseosas de acompañarme.

Andrea XVIII, orgasmo en el taxi

Hace unos días tenía que ir a comprar un regalo a las afueras de la ciudad y decidí que me sería más rápido y cómodo ir en coche.
Iba a pedirle a mi tío que me llevara, pero luego me di cuenta que él no podría ya que tenía que ir a trabajar, así que no me quedaría otra que coger un taxi.
Fui andando hasta la parada de taxis más cercana y me metí en el único que había. El conductor era un chico joven, bastante atractivo, que se puso nervioso cuando me vio en la parte trasera del coche.
Le dije la dirección a la cual quería que me llevase y arrancó.
Yo no sabía muy bien porque se había puesto tan nervioso, y desde luego tampoco sabía la razón por la que no paraba de mirarme por el retrovisor. Y entonces lo descubrí, era mi blusa.
No me había puesto sujetador y no me había fijado en que la blusa transparentaba, se me veían todas las tetas, sobre todo las aureolas y los pezones. Me excitó muchísimo saber que lo que tanto le llamaba la atención y tan nervioso le había puesto eran mis tetas y mis puntiagudos pezones. Noté como se me mojaba el tanga y como mi chocho empezaba a subir de temperatura.
Ardía de ganas de que me dijera algo, de que quisiese follarme y que lo hiciera, y entonces habló. “No puedo más. Me estás poniendo malísimo. Tengo la polla que me va a estallar.
"Ábrete la blusa del todo.”
Por fin, lo había dicho y yo sin pensarlo ni una sola vez, me fui desabrochando los botones de la blusa, dejando mis tetas al aire. Cuando mire al chico, éste estaba tocándose por encima del pantalón. Le dije “Puedes hacer lo que quieras, tengo una mente muy abierta, además de otras cosas”
Entonces, mientras se sacaba la polla fuera del pantalón y empezaba a cascársela, me contestó que le encantaría probar esas otras cosas que tenía abiertas. Al escuchar eso, me puse cachondísima, y al ver su enorme y gorda polla solo tuve ganas de metérmela de golpe y que me follara como a una puta.
Él giró el coche, parando a un lado de la carretera, salió y se metió en la parte de atrás. Tenía la polla fuera, toda empalmada, deseaba chupársela. Así que bajé la cabeza y la metí de golpe en mi boca, hasta el fondo.
"¡Dios que guarra eres!" el no paraba de decirme cosas guarras y de gemir de gusto. Comencé a jugar con mi lengua por la punta de la polla y de vez en cuando la succionaba, para luego tragarmela por completo. Después le lamí los huevos y me los metí en la boca, primero uno y luego el otro, mientras le cascaba la polla.
"Que boca tienes, como la chupas, es imposible que me la pongas más dura"
Luego se la casqué entre mis tetas mientras que él no paraba de toquetearlas y de estirar mis pezones. Eso me daba mucho gusto me hizo mojar completamente el chocho como si me hubiese meado.
Comencé a sentir su mano por mis piernas, nos comíamos la boca el uno al otro, y nuestras manos se perdían por nuestros cuerpos. Metió su mano por debajo de mi falda y luego por debajo de mi tanga y toqueteó mi chocho haciendo que soltara el resto de flujo que me quedaba, "Estás empapada, me encanta sentir tu chocho todo mojadito" Y diciendo esto se bajo y quitandome la ropa empezó a chuparlo como loco; yo le agarraba del pelo y le decía que chupara más, que no dejara ni una gota.
Cuando se estaba incorporando lo eché hacia atrás en el asiento y me puse encima de él con las piernas abiertas "Ya basta de tantas vueltas, vamos a hacer lo que ambos deseamos" y diciéndole esto le agarré la polla y me la metí de golpe en el chocho. Me movía encima de él haciendo que su polla subiera y bajara, rozando por las paredes de mi chocho, mientras le daba mis tetas para que las mamara.Primero lo hice despacio y luego lo hice muy rápido; cuando estaba a punto de correrse, me quité y le dije que quería hacer algo más picante, follar fuera en el capó del coche, mientras que los coches pasaban a nuestro lado. Él abrió la puerta y salió; cuando iba a salir yo, me agarró y me subió a sus caderas, pasandome las piernas alrededor de su cintura y metiéndome la polla hasta el fondo, comenzó a follarme contra las puertas del coche, haciendo que este se moviera.
Luego me llevó hasta el capó del coche, seguro de si mismo dirigió su polla a la entrada de mi coño y empujó con fuerza hasta que me penetró por completo y luego despacio la sacó toda de mi coño para volvérmela a meter de golpe y de nuevo la sacaba lentamente para penetrarme con fuerza. Así estuvo no sé cuanto tiempo hasta que consiguió que mi coño se humedeciera aún más; entonces empezó a follarme más rápido ya sin sacar su polla de mi interior no pude contenerme y se me empezaron a escapar algunos gemidos. Comenzó a moverse más y más rápido, follándome sin parar. Eso hizo que pudiese girar la cabeza y ver como los coches pasaban y al mirarnos, nos pitaban, otros me gritaban que estaba buenísima, otros simplemente pasaban, incluso observé como uno paraba en el arcén y pude contemplar la cara de satisfacción que estaba poniendo mientras miraba todo el espectáculo, "te gusta cabrón ,pensé, voy a darte más".
Miré al taxista y le grité "Vamos hijo de puta, no tienes huevos a follarme por el culo". No se lo pensó dos veces, sacó su polla de mi chocho y presionó con fuerza sobre mi culo una y otra vez hasta que consiguió que este se abriera lo suficiente para que entrara el capullo de su polla, fuera de si, me soltó la cabeza para poderme agarrar con las dos manos por la cintura y comenzó a follarme el culo sin parar. Cada vez me apretaba con más fuerza mi cintura con sus manos, cada vez estaba mas excitado, tirando de mi hacia él para follarme todo lo adentro que podía, mis pechos se balanceaban, mis pezones estaban muy duros y gemidos de placer salían por mi boca.
"¡Así, así puta!" me dijo, fue cuando supe que estaba apunto de correrse. Se detuvo un instante y de un fuerte empujón, que me hizo gritar, me metió hasta el fondo su polla, me contraje sintiéndole en mi interior, entonces su polla me inundo todo el culo de chorretones y chorretones de su semen.Cuando terminó de soltar toda su leche dentro de mi, que había sido mucha, se aparto un poco, sacó su polla de mi culo y me golpeo con ella sobre las nalgas. Me incorporé y me bajé la falda, me dirigí hacia mi asiento en el coche sintiendo como resbalaba por mi culo y nalgas el semen del taxista. En el asiento había unos pañuelos de papel, los cogí, me limpie bien y luego entré en el coche, cerrando la puerta, en ese momento el mirón también se había puesto en marcha después de pelársela a nuestra costa.
El taxista ocupo su asiento y mirando hacía atrás, me preguntó "¿a donde iba la señorita?", me sonó con rintintín, pero su cara denotaba que lo había pasado bien; y su anillo de casado, que tendría una buena aventura que no contarle a su mujercita. Así que sin mediar más palabras me llevó hasta el centro comercial a hacer las compras. Por cierto, no me cobró la carrera, no sé porque sería.

Andrea XVII, lección de sexo maternal


Os voy a contar algo que me dejó boquiabierta cuando lo descubrí, pero que a la misma vez me puso caliente.
El otro día salí de casa para ir al centro comercial donde había quedado con una amiga, cuando me dí cuenta que me había olvidado del monedero, así que tuve que volver a casa a por él.
Al ir por el pasillo hacia mi habitación sentí unos ruidos extraños, y con forme iba acercándome empecé a oír unos gemidos. Me estaba excitando muchísimo escuchar estos gemidos y más aún cuando vi de quienes se trataban.
La puerta de la habitación estaba entreabierta y por el hueco podía verlo todo sin ningún problema. Allí estaban totalmente desnudas, mi tía y mi prima Verónica; sí, madre e hija, estaban desnudas y tocándose como si no fuera la primera vez que lo hiciesen.
Verlas así, en esa actitud, me hizo mojar el tanguita, sentir un gran calor en el chocho y que mis pezones se pusieran totalmente duritos.
Mi tía le estaba diciendo a mi prima que le iba a enseñar lo que le gusta a las chicas para que cuando estuviese con una la hiciese correrse como a una puta.
Eso aún me puso más cachonda; yo sabía la verdadera razón de por que lo hacían , no era ni para enseñar ni para aprender, simplemente era porque las dos son unas viciosas, ¡les encanta el sexo!
Mi prima estaba acostada en la cama con las piernas abiertas y tocándose los pezones con dos dedos y de vez en cuando tiraba de ellos para estirarlos de tal manera que se hacía gemir a sí misma. Mi tía estaba de rodillas delante de ella tocándose su chocho mientras miraba como ella se daba gusto. En uno de los momentos en que Verónica gimió, mi tía dejó caer un poco de saliva hasta el chocho de mi prima, que sentía como le iba resvalando por él y esto le puso tan cachonda hasta el punto de decirle a la madre "Enseñame ahora como se chupa un chocho"
Esto me calentó mucho, así que no me quedó más remedio que empezar a tocarme, a darme gusto; metí mi mano por dentro de la falda y me metí los dedos en mi agujerito.
Mi tía , de rodillas, había metido su cabeza en medio de las piernas de Verónica y le metía la lengua hasta el fondo del chocho una y otra vez. Luego con la punta de la lengua iba recorriéndolo de arriba a abajo muy despacio y al final se lo terminó comiendo todo como una loca, mientras le decía "¡Que rico sabe!"
Mi prima le tenía la cabeza agarrada con las dos manos , empujándosela hacia el chocho, mientras no paraba de gritarle "¡Chupa, chupa, así, así,más!"
Ella entonces se incorporó y le dijo "A ver si ya aprendiste a chupar, hazmelo."
Se intercambiaron los puestos y Verónica con la cara metida en el chocho de su madre, empezó a chuparle el chocho como una verdadera puta, lo hacía tan bien que mi tía no pudo aguantar el gusto y el placer que le producía la lengua de su hija y se dejó llevar gimiendo como nunca había escuchado gemir.
Dejó caer saliva de su boca al chocho de su madre y esta se estremeció; cogió la cabeza de mi prima y la bajó hasta su chocho mientras le decía "déjalo totalmente seco, que me he corrido tanto que parece que estoy meada"
Ella, muy obediente, se lo estaba comiendo todo, yo simplemente miraba su cabeza, que se movía rápidamente, hundida entre las piernas de mi tía.
Yo no paraba de meterme dedos y cada vez me los movía más rápido, estaba totalmente mojada por el calentón que me estaban provocando entre las dos.
Después, mi tía le mandó echarse encima de la cama, mientras ella se ponía de rodillas encima y restregaba su chocho con el de Verónica; comenzaron a moverse como locas haciendo que sus chochos se rozaran entre sí, y no paraban de gemir. Entonces mi prima se incorporó y sin parar de moverse llevó la boca a las tetas de su madre y se las chupó con ganas.
Por un momento, pensé que mi tía me había visto porque se había levantado. Yo no quería que me vieran, prefería simplemente mirar.
Pero no, solo se había levantado para coger el arnés, un arnés como los que había visto tantas veces en Internet. Traía un implemento pequeño, y un consolador de unos 20 cms. Mi tía se colocó las correas, yo al verla con aquel arnés, y ese consolador erecto al frente, me puse más y más caliente. Después se acercó a mi prima y le dijo "Ya aprendiste suficiente, ahora te voy a dar placer"
Le abrió las piernas y se las levantó mientras que poco a poco le iba metiendo el consolador por el chocho y comenzó a mover la cadera como si fuese un hombre, haciéndoselo entrar hasta el fondo del chocho y provocando que gimiera como una zorra.
Luego la puso a cuatro patas, y escupiéndole en el agujero del culo, se lo fue metiendo poco a poco. Ya no tenía nada más que meter y se la folló como una loca, consiguiendo que perdiera de vez en cuando el equilibrio de lo fuerte que le daba.
Me metí todos los dedos de la mano en el chocho para darme más gusto; tenía ganas de gemir, pero no podía hacer ruido y eso me ponía aún más cachonda; así que también me metí dedos por el culo, para correrme más.
Verónica también quería follar a su madre, así que se puso el arnés y dando un empujón con sus caderas el consolador entró limpiamente por el hoyo de su madre,
empezando a meterlo y sacarlo rápidamente, cosa que no costaba para nada, con lo lubricada que estaba la vagina de mi tía, se la folló hasta que la hizo correrse.
Al oír los gemidos y ver como la hacía que se corriera no pude aguantar y solté toda la corrida que tenía dentro.
"¿Te gustó?" le preguntó mi tía. " No me gustó. Me encantó."contestó mi prima. "Hacía mucho que no tenía tantos orgasmos y me hacía falta el polvo que me has echado". " Ningún hombre nos conoce mejor que nosotras. Bienvenida al mundo de las lesbianas" le comentó mi tía.
"Ummmm. Si me hiciste gozar como una loca mami, ¿que te parece si nos duchamos?" "De acuerdo" dijo mi tía y así se fueron las dos a la ducha.
Yo me fui a por el monedero a la habitación y me fui al centro comercial, deseando que mi prima Verónica, pusiera otro día en práctica conmigo todo lo que había aprendido, o quizá que lo pusieran las dos.

Andrea XVI, día de pesca


Hoy por la mañana salí a correr por un paseo que hay cerca de casa. Había quedado de allí con mi prima después de terminar de correr. Es una zona verde, con árboles, hierba, flores y un río al cual la gente suele ir a pescar y a nadar o pegarse un baño.
Me encanta salir a correr con ropa cómoda, pero ceñida, que mis pezones queden marcados en la ropa.
Ya llevaba un buen rato corriendo, hacía tan buena mañana. La brisa me refrescaba, me quitaba parte del calor que tenía mi cuerpo, pero no era suficiente. Escuchaba el agua del río y me dieron unas ganas tremendas de meterme en el agua, que seguro que estaba muy fresca. Me acerqué a la orilla del río y toqué el agua con la mano y eso aún me dio más ganas de meterme. Así que cogí y metí los pies. Estaba fresca, y yo necesitaba enfriarme todo el cuerpo; fui quitándome la ropa, primero la parte de arriba y luego la de abajo, quedándome totalmente desnuda. La dejé en la orilla en el suelo y me fui a dar un baño mientras que mi prima no llegase.
Luego de estar un buen rato en el agua, me decidí a salir, pero cuando fui a coger la ropa, esta ya no estaba. De repente salió un hombre de unos 40 años, con ella en la mano y me dijo "¿Estabas buscando esto?"
Yo le dije que si, que era mía y él me contestó que no podía ir por ahí dejandome ver desnuda o iba a poner a la gente deseosa de mi.
Le dije "¿Lo he conseguido contigo?" Empecé a sacar mi cuerpo del agua y llevé mis manos a mis tetas para acariciarlas lentamente, para luego pasar a pellizcar mis pezones.
Noté que el hombre empezaba a ponerse nervioso y un bulto destacaba en su pantalón. Mientras que estaba tocandome todo el cuerpo aparecieron de detrás de unos árboles dos hombres más, que al parecer iban a pescar, y se quedaron perplejos al verme.
Pero en vez de irse se quedaron a ver el espectáculo; yo seguí tocándome, bajando mi mano hasta el chocho y luego metiéndome los dedos con todo mi flujo en la boca, para chuparlos y saborear lo sabroso que estaba.
Fui saliendo del agua y acercándome al hombre que tenía mi ropa, se la quité de las manos y le dije"Por ahora no la voy a necesitar".
Él no pudo aguantarse más y sus manos fueron directas a mi cintura y agarrándome fuerte me apretó contra él para que notara su polla totalmente dura. Comenzó a tocarme con sus manos por el culo y a darme mordiscos por el cuello para luego ir bajando hasta mis tetas y mis pezones que estaban totalmente puntiagudos.
Mientras que mis manos estaban ocupadas sacándole la polla fuera del pantalón, sentí dos lenguas más recorriendo mi cuerpo. Eran los pescadores, se habían desnudado totalmente y tenían las pollas durísimas, preparadas para follar.
En ese momento me giraron la cabeza y me metieron unas enormes tetas en la boca, era mi prima, que al vernos se había puesto tan caliente que no se lo pensó dos veces y se unió a nosotros. Empezamos a montárnoslo entre nosotras y ellos se cascaban las pollas mirándonos excitados.
Me puse de cuclillas y metí mi lengua en el chocho de mi prima que gemía del placer que le daba; su flujo estaba riquísimo, así que se lo lamí como una loca hasta que no le quedó ni una gota.
Los pescadores no aguantaron la excitación, nos pusieron a cuatro patas, metiéndonos de golpe sus pollas por el culo a la vez que nos daban palmaditas; mientras el otro se nos puso delante de nuestras caras y nos echó un chorro de pis a las dos, para luego darnos la polla a chupar. Eso me excitó muchísimo, me sentía como una verdadera putita.
Luego uno de los pescadores se tumbó y me dijo que me echara encima, me la metió lentamente al principio y luego de golpe hasta el fondo. Gemí de placer al sentir como su polla rozaba por dentro de mi chocho, luego sentí que me metían otra polla enorme y gorda por el culo, hasta el fondo, haciendome sentir como chocaban los huevos contra mi.
Mientras mi prima se había abierto de piernas delante de mí y estaba dándole a chupar el chocho al que me estaba follando y luego se levantaba y me lo daba a chupar a mi.
Después cogieron las cañas de pescar y nos metieron a cada una los mangos por el chocho y luego por el culo. Mientras el hombre que me había robado la ropa se la cascaba mirando, hasta que harto de mirar se acercó a mi prima y empezó a follarla por el chocho mientras tenía el mango de la caña por el culo, corriéndose los dos hasta quedarse sin una gota más de corrida dentro de sus cuerpos.
Luego mi prima me abrió el culito y cogiendo la polla de uno de los pescadores me la fue metiendo hasta el fondo, para que la sintiera bien adentro. El otro me la metió por el chocho, hasta que los tres nos corrimos en medio de gemidos.
Al terminar me ordenaron que me echara en el suelo y empezaron a descargar su pis encima de mis tetas, mi cara y mi chocho, ordenandome al terminar que les chupase sus pollas.
Así en definitiva fui a correr y volví bien corrida y ellos fueron a pescar y vaya que si pescaron.